Hay momentos que se graban en nuestra memoria inexorablemente unidos a la música que sonaba en ese momento. Pueden pasar años o un segundo, no es importante, pero cuando escuchamos esa melodía se plantan ante nosotros vívidamente. Recuerdos infantiles y de madurez se entremezclan en una red de sensaciones y la piel de nuestro antebrazo se nos eriza, o reímos sin saber por qué… o lloramos por ese momento que ya pasó. La música como evocadora, como vehículo de expresión, como amiga comprensiva, como compañera de vida.
Hace tiempo ya que rondaba por mi cabeza el crear un espacio en el que dar rienda suelta a mi pasión por la música pero no daba con el proyecto que llenase mis expectativas. Quienes me conocen saben que siempre que alguna canción viene a mí, siento la necesidad de saber más sobre ella, como en qué contexto se escribió; por qué es importante para el grupo; qué querían expresar con ella… y más importante aún, quizá incluso la pregunta fundamental, ¿Qué me está trasmitiendo? ¿Qué interpretación le estoy dando? ¿Qué siento que me está contando? Pretender que todas las canciones del mundo entrañan la misma complejidad en su interpretación sería absurdo, pero por mi experiencia personal, hay canciones que esconden miles de matices detrás. Este blog no es sobre canciones, es sobre la trasmisión de sensaciones, de pensamientos, de emociones y de conocimientos a través de la música y la poesía de las letras. Este blog es para personas nacidas del sonido.
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